ACEC

Associació Cultural Ecológista de Calp

Lo que me enseñó la cabra

Dejando un mensaje simbólico pero real, un bóvido se cuela en plena campaña electoral, reafirmando los incontables avisos sobre la insostenibilidad ante nuestro modelo urbanístico.

Cuando las Cabras bajan del monte es generalmente en busca de alimento por culpa de la sequia. No es la primera vez que vemos escenas de animales que bajan de un monte cada vez más escaso y urbanizado para buscar alimento y agua. La escena se hace extraña, sobre todo porque, pese a convivir con la naturaleza, en Calp la evidente ausencia de espacios verdes en el entorno urbano hacen que la presencia del animal desentone aún más. Aunque llueva, la sequía es una realidad, la sobrexplotación de los recursos hídricos otra, pregunten en Vall de la Guard y en las poblaciones que hay desde ahí hasta Calp.

La cabra en cuestión nos lanza un mensaje claro, hay sequia, hay escasez, mucho palabreo y poca voluntad. Y lo hace en un momento muy oportuno. Justo cuando de nuevo se abre el debate sobre la sostenibilidad del modelo turístico, urbanístico y las alturas de las edificaciones. El territorio esta sobreexplotado y no es un secreto. Además, el mismo ayuntamiento ha evacuado un informe sobre lo qué pasaría si la afluencia turística desapareciera, la horquilla de pérdidas es de entre 80 y 800 millones en diferentes escenarios de éxodo turístico. Estamos en elecciones y el mensaje caprino empieza a ser profético.

Cada promoción urbanística que se hace para atraer capital, turismo y/o clientes, en vez de albergar familias (o proyectos de familia) que quieran vivir en Calp todo el año, es un paso más hacia el fracaso. Si la filoxera acabo con el monocultivo de las vid en siglo pasado, la escasez de agua lo hará con la industria urbanístico-turística. La vivienda es para vivir, no para especular. La sobreexplotación de promociones se hace evidente en muchas zonas, y no hay ni recursos hídricos, ni garantía de servicios decentes para todos. Los que no escuchan los avisos, los que no actúan pero nos cuentan milongas en época electoral, son como la cabra, están dónde no les corresponde.

La constante venta de humo elimina toda credibilidad a la vez que muestra las verdaderas preocupaciones de determinados partidos y sus muletas. La actual alcaldesa presume de un próximo proyecto hotelero en la Fossa, alegando que también habría un edificio público por haberse construido en terrenos dotacionales, mientras el hotel, que se construirá con fondos privados y goza de la barra libre de volumen, el edificio público esta proyectado pero carece de financiación y/o presupuesto.

La cabra sobre el tejado nos recuerda a la conocida parábola política

  1. No entenderás cómo la cabra llegó ahí.
    (Hay partidos con perfiles muy poco solventes en sus listas, poco empleables y con escasa perspectiva laboral, mas de comparsa que de gestión)
  2. No podrás creer que esté ahí la cabra.
    (Tenemos gente sin capacidades pero con responsabilidades en la política calpina que ni siquiera se molestan en explicar su gestión)
  3. Sabrás que la cabra no pudo haber subido ella solita ahí.
    (Los partidos colocan en listas a los «compromisos», a cambio del apoyo de barones, constructores y/o familias, acaban en el ayuntamiento como concejales, asesores o empleados en empresas afines)
  4. Estarás seguro que la cabra no debería estar ahí.
    (Asesores o concejales que no rinden cuentas al electorado no pueden estar haciendo nada bueno)
  5. Serás consciente que la cabra no va a hacer nada útil mientras esté ahí.
    (No explican sus gestiones pese a cobran importantes sueldos públicos, solo invocan el caos que habría si ellos abandonaran el poder)

La única reflexión sensata sería: ¡ayudarles a bajar de ahí!

A VER CÓMO HACEMOS PARA QUE, EN LAS PRÓXIMAS ELECCIONES, NINGÚN ELEMENTO POCO PRODUCTIVO ACCEDA A UN PUESTO DE RESPONSABILIDAD.