La aparición de una lista de presión pretende hacer pasar el interés empresarial por el general y poner así en un brete al gobierno de Ana Sala de cara a las próximas elecciones
Acaba de publicarse la incómoda noticia (para algunos) de que el Grupo Unitursa – AR hoteles ha presentado una lista con 155 firmas, la inmensa mayoría de estas firmas, con vinculación directa con las múltiples empresas que componen el entramado. Evidentemente todo ello con una presunta cobertura legal… pero ¿y la implicación moral de preguntarle a un subordinado sobre un tema que implica los beneficios empresariales de quien te paga el sueldo?
Empezamos a entender cómo funcionan las cosas en Calp. ¿155 firmas para permitir la degeneración del patrimonio natural, la sostenibilidad del modelo de negocio y el equilibrio medioambiental?
Desde ACEC se han hecho asesoramientos para presentar alegaciones, desde la biodiversidad existente en la zona hasta el peligro que suponen la impermeabilización del terreno cuando se urbaniza y la redirección de escorrentías y el aumento del peligro de inundaciones. Nada de esto parece importar a los alegantes que defienden el urbanismo (y su beneficio propio) más allá de las consecuencias ecológicas y sociales de la decisión.
Puede tener otras muchas lecturas, pero la primera que a muchos se le vendrá a la cabeza es la de: – «Si yo pierdo mi negocio, estos pierden su trabajo y tu pierdes esos votos» o aquello otro de -«que parezca un accidente»-Todo amenaza siempre quiere eludir la repudia moral disfrazándose con el velo de la conveniencia igual que interesadamente se disfraza el interés propio para confundirse por el general. Cuando el Jefe te pide la firma no miras la letra pequeña, la opinión no es libre si está atada al estómago.

No sabemos si alguien más se ha dado cuenta, pero podemos estar ante la radiografía explícita del recurrente triunfo electoral de determinado partido calpino. Ya nuestro querido camarada EldelPino denunciaba estas prácticas en elecciones, ahora está sentado al calor de la lumbre y afuera hace demasiado frío para preocuparse por estas menudencias de democracia deficiente. ¿Irá nuestro concejal de territorio a levantar las perdices para que el señorito las pueda abatir? ¿Las dejará también a sus pies?
El futuro de Calp, por lo que se ve no está en manos de los calpinos, está en manos de los que con la movilización de firmas han proferido un mensaje en tono amenazante hacia las sillas en las que se sientan los tomadores de decisiones. ¿qué harán?
Hemos podido ver el material del que está construido Calp, ¿permitirá la ciudadanía que esta forma de actuar sea el cemento del futuro? o dicho de otra forma ¿continuará siendo el cemento el futuro de Calp?