ACEC

Associació Cultural Ecológista de Calp

Riesgos de inundación y desarrollo urbano: Una llamada a la prudencia

Una moratoria inmediata sobre nuevos desarrollos en zonas de alto riesgo hasta que se implementen medidas de mitigación adecuadas.

El reciente análisis de las zonas de peligrosidad de inundación en nuestra área, basado en los datos del PATRICOVA (Plan de Acción Territorial sobre Prevención del Riesgo de Inundación en la Comunitat Valenciana) y el SNCZI (Sistema Nacional de Cartografía de Zonas Inundables), revela una situación preocupante que merece nuestra atención inmediata.

La realidad del riesgo

Los informes indican que varias áreas clave de nuestra comunidad están clasificadas como zonas de «peligrosidad geomorfológica» o dentro de la «zona de flujo preferente«. Esto no son meras designaciones técnicas, sino advertencias claras sobre el potencial de inundaciones significativas. Áreas como el BARRANC DEL POU ROIG, partes de la Avenida Europa, y zonas cercanas a las Salinas y el Saladar están particularmente en riesgo.

El peligro del desarrollo sin planificación

Lo que resulta aún más alarmante es la presencia de numerosas parcelas urbanizables en estas zonas de alto riesgo. El desarrollo urbano en estas áreas no solo está en peligro directo, sino que también podría exacerbar significativamente los problemas de inundación para las construcciones vecinas. La impermeabilización del suelo que acompaña al desarrollo urbano reduce la capacidad de absorción natural del terreno, aumentando el riesgo de inundaciones en áreas circundantes.

Casos preocupantes

Proyectos como el propuesto COLOSSUS en la zona de la Fossa son ejemplos claros de desarrollos que podrían agravar seriamente los problemas de inundación. La avenida Juan Carlos I, ya propensa a la acumulación de agua, podría verse aún más afectada si se permite el desarrollo sin las debidas precauciones.

Un llamado a la acción

Es imperativo que nuestras autoridades locales y regionales tomen en serio estas advertencias. Necesitamos:

  1. Una moratoria inmediata sobre nuevos desarrollos en zonas de alto riesgo hasta que se implementen medidas de mitigación adecuadas.
  2. Una revisión exhaustiva de los planes de desarrollo urbano, priorizando la seguridad sobre los beneficios económicos a corto plazo.
  3. Inversión en infraestructura de drenaje y sistemas de gestión de aguas pluviales capaces de manejar eventos climáticos extremos.
  4. Programas de educación pública sobre los riesgos de inundación y medidas de preparación para emergencias.

El cambio climático está aumentando la frecuencia e intensidad de los eventos climáticos extremos. No podemos permitirnos ignorar las advertencias que nos brindan estos estudios. Es hora de que nuestra comunidad priorice la seguridad y la sostenibilidad a largo plazo sobre el desarrollo desenfrenado. Solo a través de una planificación cuidadosa y una acción decidida podemos proteger a nuestros ciudadanos y preservar nuestro entorno para las generaciones futuras.