Calpe, Alicante: pacto municipal para repartirse el pastel inmobiliario
Corria el año 1987 y, Violeta Rivera López, una socialista de 44 años, ocupa su sillón de alcaldesa de Calpe (Alicante), con la complicidad de un pacto millonario en el que participan concejales del Partido Popular, CDS, Unión Valenciana y PSOE.
Los nueve firmantes del pacto, el 29 de junio de 1987, se comprometen a pagar 40 millones de pesetas a cada uno de los ocho restantes en caso de romper su compromiso de apoyo municipal a tan heterogénea coalición. ¿Qué puede justificar una penalización de esta índole?
En su redacción, el pacto habla de no permitir voto de censura contra la alcaldesa y, en el mismo, quedan perfectamente repartidas las competencias, concejalías y tenencias de alcaldía.
Pero lo que verdaderamente ha escandalizado a la población aparece en el documento número tres, en el que, mediante escritura pública ante el notario Gabriel Grau Soto, de Alicante, quien rompa el pacto habrá de subvencionar con 40 millones a cada uno de los demás firmantes. Y si es la alcaldesa, pagará 80 millones.
Es decir, se ponen en juego, a título personal, cuatrocientos millones de pesetas y el pasteleo de la gobernabilidad de un municipio en plena fiebre de construcción inmobiliaria, donde la auténtica máquina de hacer ricos y pobres no es otra que la elaboración del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) encargado con carácter de urgencia a esta legislación.
Máxime cuando, prácticamente, todos los firmantes se dedican al negocio de la promoción y construcción de viviendas, o son propietarios de terrenos que están en juego. En algún caso, sencillamente, podrían estar representando los intereses de terceros para quienes trabajan en sus empresas inmobiliarias.
«Yo no veo nada anormal en un pacto político -insistió la alcaldesa a esta revista. En cuanto a lo de sellarlo con dinero quizá ahora no lo volvería a hacer, pero cuando lo firmamos éramos todos novatos y creímos que era lo mejor para garantizar una vía de gobernabilidad para el pueblo. De todos modos no creo que tenga nada de qué arrepentirme».
La alcaldesa Violeta Ribera López y su marido eran propietarios de algún piso antes de acceder al ayuntamiento, eso sí, con la ayuda de algunas hipotecas.
Actualmente son propietarios, según nota de Registro de la Propiedad Urbana comprobada por Interviú, de tres parcelas en Calpe, que adquirieron por el artículo 205 de la Ley Hipotecaria, vendidas a un precio irrisorio por el constructor Antonio Najarro Rubio.
Una buena combinación
Najarro, a su vez, es socio en varios de los negocios inmobiliarios de Jaime Vives Tur, primer teniente alcalde del ayuntamiento, concejal de Hacienda y, según la propia alcaldesa, el auténtico impulsor del pacto millonario.
Jaime Vives Tur, de 49 años y «cerebro» de toda la operación, es el número uno en la lista del Partido Popular y ha sido ya teniente alcalde desde 1967 hasta 1974, poco antes de que entrara como alcalde el entonces suarista (UCD) Francisco Camáñez Crespo.
Además de haberle sido conferida la concejalía de Hacienda por obra y gracia del «compromiso de Calpe«, Vives Tur, el hombre del Partido Popular, es uno de los auténticos animadores de la promoción urbanística de la zona. Tiene una asesoría fiscal y administración de fincas, varias sociedades de promoción y por sus manos pasan prácticamente todas las declaraciones de renta, contabilidad de empresas, promociones e iniciativas inversionistas en esta ciudad, que en los últimos diez años se ha convertido en un auténtico El Dorado para hacer dinero rápido y fácil. Vives tiene dos oficinas en el pueblo y, como agente promotor, es el único de Calpe a quien el Colegio Provincial le permite tener dos oficinas, una en la avenida Ejércitos Españoles, en el edificio Europlaya (promocionado por él mismo) y la otra en la calle Portalet.
En la oficina de Vives trabaja Constantino Ivars Such, concejal por el CDS y otro de los firmantes del pacto. Constantino, conocido popularmente como «Constante», ha sido el único de los «nueve» que, al ser preguntado por su partido, aseguró ignorar el pacto que él mismo había firmado.
Por su parte, Manuel Benavent, vicesecretario provincial del CDS, indicó al respecto que «nuestro partido ignoraba el pacto y su posición es la de desvincularse de un pacto semejante. Esta desvinculación consistirá en el abandono por parte de nuestro concejal de las delegaciones que tiene asignadas, Tráfico y Deportes».
El auténtico jefe
No obstante, según comentaron a esta revista concejales de la oposición (cinco correspondientes a Independientes de Derecha, liderados por Camánez, y tres concejales independientes de Izquierda, liderados por Francisco Morató) «el CDS no adelanta nada, ya puede dar órdenes a Constante para
que abandone… pero quien paga a Constante es Vives y ése es su auténtico jefe».
El cuarto firmante del pacto es Joaquín Picó Catalá, 32 años, sobrino y colaborador de otro constructor, Guillermo Oltra, el auténtico pez gordo del pueblo. Oltra es dueño, constructor y promotor de los mayores y más importantes solares y edificios construidos dentro de Calpe (Solimar, Galerías Oltra, etcétera). Llegó sin nada y tuvo la suerte de casarse con una chica cuya familia era dueña de gran cantidad de terrenos, lo que Oltra ha rentabilizado y multiplicado millonariamente en estos años. La política tampoco ha quedado al margen para este «tiburón de la construcción»; Oltra ha sido durante mucho tiempo presidente del PP en la zona.
El socialista Miguel Angel Suárez Zapico, 31 años, es firmante número cinco, concejal de Cultura y a su vez, casado con una hija de Oltra, este joven se ha dicho que tiene patrimonio, ya que su último trabajo, antes de casarse con la hija del constructor, era el de guardia municipal ¿Quién pagaría los 320 millones comprometidos en el caso que Zapico hubiera roto el pacto «político»?
La sexta firma del «compromiso de Calpe» corresponde a Pedro Crespo Mut, 54 años de Unión Valenciana, concejal de Urbanismo y él mismo constructor y promotor de varias edificaciones. Además, es
dueño de parte de los terrenos ubicados en la zona conocida como los Baños de la Reina, reconocida zona de valor arquológico donde se asientan baños romanos.
Con todo y a pesar de esto, el grupo de los nueve ha podido evitar que la zona de los Baños de la Reina sea declarada de valor arqueológico y esté en vías de ser elaborado un Plan Especial para el situada en lugar privilegiado frente al mar. Sin embargo al lado, en el espacio de playa conocido como el Bol, junto al Peñón, esta edificando el «popular» Oltra.
Pedro Crespo, a su vez es íntimo colaborador en algunas empresas de Vives, que se hacen y deshacen para la construcción y promoción de diversos edificios. Al mismo tiempo, Crespo Mut ha construido las Galerías Aitana, junto con José Ferrer Escribá, primo hermano de Jaime Castells Ferrer, antiguo secretario por el PSOE para toda La Marina (comarca a la que pertenecen Calpe, Altea, Teulada, Moraira, Benissa, Denia y Jávea) y actual diputado de las Cortes Valencianas y miembro de las comisión de Turismo. Castells iba de número dos en las listas nacionales para el Congreso de los Diputados, después de Maravall.
El diputado socialista Castells
Según fuentes disidentes del PSOE, que hoy están entre los independentistas opositores en el Ayuntamiento de Calpe, «Castells ha propiciado este pacto para favorecer la alcaldía de Calpe al PSOE. Para él este pacto era de vital importancia, al precio que fuera, ya que en el 87 su partido perdió las alcaldías de Denia, Benissa, Ondara, y todas ellas iban encabezadas por hombres de Castells», dijo Francisco Morató.
Otros socios de Vives son Aurelio Rodríguez Cruañes, de Promociones Rodríguez, uno de los constructores de mayor envergadura del pueblo; el actual presidente del PP de Calpe, Joaquín Morató, de Construcciones Morató; Antonio Perles, de Construcciones Perles; J. Antonio Najarro, socio de Morató, promotor y administrador de la urbanización Maryvillas, una de las barbaridades urbanísticas más palpables, 1.000 viviendas construidas en los años 70 por VAPF – Pedro Soliveres, de Benissa y sus socios alemanes. Tanto Aurelio como Perles figuraban también en las listas de Alianza Popular para las elecciones del 87.
Todos ellos forman un grupo muy compacto, según informaron a esta revista fuentes del Colegio de Promotores de Alicante, y acostumbran a hacer y deshacer sociedades y firmarse papeles entre ellos. En Calpe al grupo de Vives se le conoce popularmente con el nombre de «Rumasina«. A su vez, el marido de la alcaldesa, Pedro López, que actualmente es el secretario de UGT de Calpe, ha sido toda la vida un currante electricista, lo mismo que hoy. Con la diferencia de que ahora trabaja en exclusiva para la inmobiliaria de Aurelio Rodríguez (presidente del PP).
El séptimo firmante es otro miembro del PP, Bernardo Moll, concesionario de Renault, y los dos últimos, hasta nueve, son los socialistas María Tur Rosello, dueña de una ferretería y Manolo Roura García, estudiante de Derecho. De estos tres últimos se sospecha que han ido al pacto por auténtica ingenuidad o ambición política en el caso de Roura, como él mismo declaró a Interviú: «Yo no podría nunca pagar esta cantidad, y algunos otros tampoco. Si impusimos la base de dinero fue para asegurarnos de que todos íbamos a cumplir… Lo propuso Jaime Vives, los demás sabíamos que no nos podían exigir su cumplimiento… pero lo hicimos como una fórmula de miedo».
El socialista Roura, que es soltero, y M.A. Suárez Zapico (yerno de Oltra, con separación de bienes en su matrimonio), fueron los únicos que firmaron ellos solos; en el caso de los otros siete el documento fue firmado también por sus cónyuges. «Me parece demencial meter a los cónyuges en una cuestión que ellos dicen que es meramente política», opinaba el ex-alcalde Camáñez a los pocos días de estallar el escándalo en el ayuntamiento. Camáñez hizo una requisitoria por escrito al Colegio de Notarios de Alicante, posteriormente a la Dirección General de Registros y Notariados y finalmente al Ministerio de Justicia para reclamar una copia compulsada del pacto.
«En todos los casos se ha recibido una respuesta negativa tanto para el grupo de Camáñez como para el nuestro» -declaraba a Interviú Francesc Morató, líder del grupo de Independientes de Izquierda (compuesto por Juan Pastor Carrallas y Ángel Real Escobar, junto al propio y Morató)- porque el Colegio de Notarios ha contestado que nosotros no somos parte legítima interesada. Cabría preguntarse, ¿no lo es el pueblo de Calpe a quien todos representamos? De cualquier modo, yo creo que el pueblo no ha tenido que pensar mucho para darse cuenta del auténtico significado de este pacto. El condicionamiento económico no hacía falta para los intereses políticos del pacto… sino para los intereses económicos, que no están escritos pero todo el mundo conoce».
Diagrama: La lista de los 9 y sus vinculaciones
Violeta Rivera López, Jaime Vives Tur, Constantino Ivars Such, Joaquín Picó Catalá, Miguel Angel Suárez Zapico, Pedro Crespo Mut, Bernardo Moll, María Tur Rosello, Manolo Roura García

Calpe, corazón inmobiliario
Por estar situado en pleno corazón de la Costa Blanca alicantina, Calpe, ha sido una de las localidades de mayor crecimiento inmobiliario en los últimos 25 años, lo que ha atraído a la zona no pocas fortunas necesitadas de «blanquear dinero». Prácticamente desde el «boom» alemán de los 60, en que se comenzaron macrourbanizaciones de miles de viviendas del tipo Maryvilla, La Canuta, Totsol, o edificaciones como Oceanic, Atlántic, etcétera, Calpe no ha parado su expansión constructora.
Con sólo diez mil habitantes censados, durante las temporadas fuertes llega a alcanzar una densidad de casi ciento cincuenta mil residentes. Un fenómeno similar se ha producido en Moraira, Teulada, Benissa, Jávea, Denia e incluso en las urbanizaciones circundantes a Altea. «Lo que ha convertiro a Alicante en la provincia de mayor crecimiento inmobiliario de toda España«, aseguraron fuentes del Colegio de Promotores de la Vivienda
De las escasas dos mil viviendas que hace unos años había en el casco urbano de Calpe, hoy se ha pasado a casi treinta mil unidades de viviendas, entre chalets y apartamentos, lo que es el más claro indicador del vertiginoso crecimiento urbano de Calpe.
Quizá por estas razones, es habitual que los ayuntamientos de la costa estén gobernados por constructores. En 1979 Calpe tuvo su primer alcalde promotor, Francisco Camáñez Crespo, que primero entró por UCD y posteriormente pasó a ser independiente conservador. Durante los ocho años que Camáñez se mantuvo en el puesto, se produjo la auténtica fiebre inmobiliaria y hoy día el propio Camáñez sigue como concejal en el ayuntamiento, siendo el líder del Grupo Independiente de Calpe (GIC) que agrupa a cinco concejales independientes.
Se calcula una inversión exterior de cerca de cien mil millones de pesetas en negocios inmobiliarios en la costa de Alicante, sin embargo de ello no se declara ni la mitad. En la actualidad, se está cobrando cincuenta mil pesetas metro cuadrado de construcción, y hasta doscientas mil pesetas metro cuadrado de parcela en zonas como los Baños de la Reina. Un apartamento en primera línea de la playa no baja de las ciento cincuenta mil pesetas/metro cuadrado, siendo el precio de las viviendas unifamiliares aisladas no inferior a los veinte millones de pesetas en zonas cercanas al mar.
Hablando de parcelas, los precios no bajan de los cinco a diez mil pesetas el metro cuadrado, dependiendo de la zona. Mientras que la Ley del Suelo (del 75) sólo permite edificar una vivienda unifamiliar aislada en parcelas mínimas de quinientos metros. Si esto hubiera sido cumplido, los 23,64 kilómetros cuadrados del término de Calpe no hubieran servido para alojar la barbaridad de chalets que hoy se han construido.

Artículo extraido de la REVISTA INTERVIU Nº 685 (27-3 Julio 1989)
«cuando alguien señala la luna, solo el necio mira el dedo«