Un patrimonio único sobrevive por casualidad a siete décadas de codicia especulativa
Reflexiones desde ACEC sobre corrupción, abandono institucional y la urgencia de una protección definitiva
Escribimos estas líneas con una mezcla de orgullo y amargura. Orgullo por los extraordinarios descubrimientos arqueológicos que han convertido la Pobla d’Ifac en referencia mundial del patrimonio medieval. Amargura por constatar que este tesoro histórico ha sobrevivido por pura casualidad a siete décadas de intentos especulativos que estuvieron a punto de destruirlo para siempre.
Desde la Asociación Cultural y Ecologista de Calp (ACEC), que hemos participado activamente en la Junta Rectora del Parque Natural, consideramos urgente reflexionar sobre una realidad que trasciende las fronteras de nuestro municipio: la especulación urbanística no entiende de colores políticos, y la corrupción encuentra siempre nuevos ropajes para disfrazarse de progreso.
Setenta años de amenazas: La crónica de una codicia persistente
La historia reciente del Penyal d’Ifac lee como un manual de especulación descontrolada. Cada década ha traído nuevas amenazas, nuevos intentos de convertir nuestro patrimonio natural y cultural en un negocio rentable:
Los años 50-80: El esperpento del «Gran Hotel Peñón»
José Mas Capó, mantuvo durante treinta años el esqueleto de hormigón de su hotel inacabado desfigurando el paisaje emblemático de Ifac. Un proyecto faraónico de 95 habitaciones que quedó paralizado en 1961, supuestamente por el incumplimiento financiero del Marqués de Villaverde, yerno de Franco. Durante tres décadas, los calpinos tuvimos que convivir con esa aberración arquitectónica como testimonio de la codicia frustrada. Hasta su demolición por el ejercito en 1987.
Los años 90: El «Pueblo Ifach» que casi se lleva la «pobla» por delante
La amenaza más grave llegó en 1994 de la mano de los hermanos Ballester y su proyecto «Pueblo Ifach»: 285 viviendas de alto standing, un hotel de cinco estrellas y una inversión de 5.500 millones de pesetas. Esta urbanización de lujo habría sepultado definitivamente bajo hormigón y hierro los restos de la ciudad medieval. Solo la movilización popular masiva, con más de 22.000 firmas y actos multitudinarios, logró frenar el desastre.
El presente: Abandono institucional y amenazas latentes
Hoy, mientras celebramos los descubrimientos arqueológicos y la propuesta de declaración como Patrimonio de la Humanidad, constatamos con preocupación el estado de abandono institucional. La Junta Rectora lleva años sin reunirse, no hay director del parque, falta limpieza y mantenimiento, y el futuro centro de interpretación está en el limbo burocrático.
Breve Historia del Conflicto del Peñón de Ifach en 1994









El «Pueblo Ifach» que casi se lleva la «Pobla» por delante
La ladera norte del emblemático Peñón de Ifach en Calpe, un paraje natural de enorme valor paisajístico y ecológico, está clasificada como suelo urbanizable. Una promotora, Edificaciones Calpe S.A., propiedad de una potente constructora (Construcciones Ballester), tiene un proyecto aprobado para construir un macro-complejo de lujo llamado «Pueblo Ifach», que incluiría 285 viviendas y un hotel de 5 estrellas, con una inversión estimada de 5.000 millones de pesetas.
La Batalla en el Ayuntamiento (Junio de 1994)
El conflicto estalla en el pleno municipal del 14 de junio. La oposición (PP, EUPV, independientes) pide la recalificación total de la ladera como no urbanizable y su integración en el parque natural.
- La Postura del Gobierno (PSOE, CDS): La alcaldesa Rivera y su concejal de Urbanismo, Pruden Pastor, argumentan que una protección total supondría una indemnización millonaria (unos 1.600 millones de pesetas) a los promotores por los «derechos adquiridos» desde 1972. Alegan que esta compensación paralizaría las arcas municipales y el PGOU (Plan General de Ordenación Urbana) durante dos años.
- La Solución de Compromiso: El gobierno municipal aprueba una enmienda propia: proteger solo 13.000 m² de los 25.000 m², una «franja visible desde el pueblo», a condición de que la Generalitat pague la indemnización. Esta decisión es tachada de «parche» por la oposición y los ecologistas, pues consiente la construcción en el resto de la ladera.
- La Reacción Ciudadana: La Coordinadora «Defensa d’Ifac», sale indignada del pleno. Anuncian que intensificarán las movilizaciones.
La Medida Desesperada y la Polémica (Agosto-Septiembre de 1994)
Ante el bloqueo y la lentitud, la alcaldesa Rivera toma una medida insólita y tremendamente polémica.
La Suscripción Popular: En septiembre, Rivera anuncia la apertura de una cuenta bancaria (Cuenta Pro Peñón) para que los ciudadanos donen dinero y así reunir los 1.800 millones necesarios para comprar los terrenos. Ella misma hace el primer ingreso: 5.000 pesetas.
La Prensa y Opinión Pública: Un artículo de opinión en «El Moscardón» critica duramente a Rivera, llamándola «bombera» por su salida de emergencia y señalando que el dinero para salvar el peñón debería salir de las instituciones, no de los bolsillos de los ciudadanos que ya pagan sus impuestos.
El Fracaso y la Crítica: La iniciativa es un fracaso rotundo. Solo se ingresan 3.000 pesetas (además de las 5.000 de la alcaldesa). La medida es ferozmente criticada:
La Coordinadora y Ecologistas: La tachan de «irresponsable» y de «mercantilizar» la opinión ciudadana. Argumentan que es una estrategia de Rivera para lavar su imagen y culpar al pueblo si no se recauda el dinero, desviando la atención de su responsabilidad y de la de la Generalitat.
La Solución Final (Septiembre de 1994)
La presión ciudadana (las 22.000 firmas y la constante movilización) y mediática finalmente surten efecto.
El Desenlace: Esta es la victoria que buscaban la oposición y la Coordinadora. La ladera norte se salva íntegramente de la urbanización gracias a la intervención de la administración autonómica, forzada por la voluntad popular.
La Generalitat Interviene: El presidente Joan Lerma anuncia que la Generalitat impedirá cualquier construcción en la ladera norte. Declara que la recalificarán como no urbanizable y que el propio Consell comprará los terrenos a los propietarios, asumiendo el coste de la operación, estimado en 1.600 millones de pesetas.
El Desenlace: Esta es la victoria que buscaban la oposición y la Coordinadora. La ladera norte se salva íntegramente de la urbanización gracias a la intervención de la administración autonómica, forzada por la voluntad popular.
El Epílogo: Las Tensiones Políticas
La historia deja un reguero de tensiones:
Rivera celebra el éxito como resultado de «sus negociaciones», pero los documentos dejan claro que fue la presión ciudadana la que forzó la actuación de la Generalitat.
La oposición acusa a Rivera de haber intentado «confundir» y «manipular» el proceso hasta el último momento.
El conflicto causa una grave crisis en el PP local, destituyendo a uno de sus líderes por oponerse al proyecto, y desgasta gravemente a la alcaldesa socialista.
La corrupción como denominador común
Un análisis detallado de estas amenazas revela un patrón inquietante: la corrupción como hilo conductor. Rafael Blasco, responsable de la Conselleríaa de Obras Públicas que permitió la recalificación fraudulenta del Saladar, ejemplifica perfectamente cómo la corrupción no entiende de colores políticos: socialista primero, popular después, y finalmente en prisión.
Esta corrupción sistémica ha convertido nuestro patrimonio en rehén de intereses particulares, sometiendo cada generación a nuevas amenazas especulativas que requieren movilizaciones ciudadanas para ser frenadas.
La propuesta de ACEC: Protección integral bajo amparo europeo
Desde ACEC proponemos una solución definitiva que vaya más allá de parches y declaraciones grandilocuentes: la fusión del Parque Natural del Penyal d’Ifac con las Salinas de Calp, creando un gran paraje de especial protección bajo el amparo de la normativa europea de espacios protegidos.
Esta fusión aportaría múltiples beneficios:
- Protección jurídica reforzada: La normativa europea ofrece garantías más sólidas frente a intentos de recalificación fraudulenta.
- Gestión integral del ecosistema: El Penyal y las Salinas forman un continuum ecológico que debe gestionarse de manera unitaria.
- Preservación arqueológica definitiva: La extensión de la protección impediría nuevas amenazas sobre posibles yacimientos aún no descubiertos.
- Modelo de desarrollo sostenible: Un gran paraje protegido sería un activo turístico y cultural mucho más valioso a largo plazo que cualquier urbanización.
La lección que no podemos olvidar
La Pobla d’Ifac existe hoy porque en 1994 la ciudadanía de Calp tuvo la valentía de decir «¡Basta!» a la especulación. Pero no podemos seguir dependiendo de milagros ciudadanos para preservar nuestro patrimonio. Necesitamos marcos legales sólidos, instituciones comprometidas y una gestión profesional que esté a la altura del tesoro que custodiamos.
Los extraordinarios descubrimientos del MARQ han demostrado que bajo la ladera de Ifac yace una ciudad medieval única en Europa. La iglesia gótica de Nuestra Señora de los Ángeles, la necrópolis que nos revela cómo vivían nuestros antepasados del siglo XIII, la Domus Llúria, las murallas con sus torres defensivas, la recién descubierta Puerta del Oeste… Todo esto estuvo a centímetros de desaparecer bajo bloques de apartamentos.
En conclusión, la historia que cuentan estos recortes es la de un triunfo de la movilización ciudadana frente a los interesés inmobiliarios y la ambigüedad política. Demuestra cómo la presión vecinal organizada (22.000 firmas) puede torcer el brazo de las administraciones y lograr un objetivo de conservación medioambiental de gran calado, salvando para las generaciones futuras un símbolo natural como es la ladera norte del Peñón de Ifach.
Un futuro por escribir
La propuesta de declaración como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO es una oportunidad única, pero debe ir acompañada de medidas concretas. No podemos permitir que la burocracia autonómica siga tratando con desidia uno de los patrimonios más valiosos de Europa.
Desde ACEC, que hemos sido testigos directos de estas décadas de amenazas y abandonos como miembros de la Junta Rectora, lanzamos un mensaje claro: el patrimonio cultural y natural no es negociable. La especulación ha demostrado su capacidad destructiva, la corrupción ha mostrado su rostro transversal, pero la ciudadanía ha demostrado que puede vencer cuando se une por una causa justa.
La historia de Ifac es la historia de una supervivencia milagrosa. Hagamos lo necesario para que los milagros no sean imprescindibles.
La vigilancia ciudadana no descansa. El patrimonio de todos no está en venta.
Asociación Cultural y Ecologista de Calp (ACEC)
Septiembre 2025