La ardua recuperación de patrimonio municipal contada en capitulos
o de cómo bajo el mandato del Partido Popular es más importante quién seas o a quién le haces favores en campaña
El pasado mes de febrero la acción contenciosa iniciada por ACEC aparentemente dió sus primeros frutos. El pleno del Ayuntamiento decidió por unanimidad iniciar la recuperación del camino de Terrasala para el pueblo de Calp. Esto nos dió esperanzas de que la justicia existe y es igual para todos.
Recordemos de dónde viene todo esto
Todo versa sobre el Camí de Terrasala, una senda centenaria, usurpada por unos particulares, que descubrimos en una de nuestras rutas veraniegas. Durante el verano de 2018, un colectivo de personas decidimos transitar por una senda registrada desde hace más de 100 años en el catastro. Gran sorpresa al ver señales de «vía sin salida», «prohibido el paso» e incluso «peligro perros sueltos». El propietario del terreno colindante había anexionado la senda, una vía importante del S XIX, para ampliar el espacio de su chalet. (se informó en prensa).
¿Dónde estamos ahora?
Pese a la decisión plenaria de recuperar la senda, los propietarios han realizado alegaciones. En una primera fase negaron la mayor, intentando reducir un camino de 4 metros de ancho a un caminito de 40 centímetros.
Al no tener éxito, requirieron los servicios de un topógrafo que de forma mercenaria cambió intencionadamente el trayecto del camino para justificar la ampliación torticera de la entrada de su mansión, la colocación de una verja que impide el paso por un lado, y un trastero con su muro de cierre por el otro.
Hasta la fecha, el Ayuntamiento se ha mostrado firme en su intención de recuperar el camino histórico en defensa del interés general. Pero una vez se disipa el eco mediático las transacciones oscuras vuelven al ataque.
La última treta de los usurpadores es quedarse definitivamente con el camino, y al ser dueños de una ingente cantidad de terreno ofrecer un desvío trazado a su antojo para conservar su privilegio y dejar la apropiación indebida de terreno público indemne.
¿A dónde vamos?
Desde ACEC desconocemos si la decisión será política o técnica, desde luego que pretenderán que sea discreta y no tengan repercusión, pués obrar de esta manera nunca debe trascender, ya que el hombre de a pie pudiera no entenderlo. Los privilegios feudales mejor negociarlos recluidos en la discreción de los salones del palacio.
Sospechamos que al haber colaborado en muchas campañas electorales del Partido Popular se le adeudan muchos favores, tanto técnicos como políticos. Esperemos que esto no de lugar a otro episodio más de la oscura historia del urbanismo en Calp.
Desde ACEC no solo pedimos el cumplimiento de la ley, pedimos justicia medioambiental. No podemos permitir que los intereses de los «amiguetes» prevalezcan sobre los comunes y generales. No podemos permitir que Calpe se construya a base de decisiones parciales y amiguismo, estaríamos vendiendo nuestro futuro y el de los/as calpinos/as venideros.
Si no impera la defensa del interés general, no descartamos preparar un dossier con el fin de acudir a fiscalía con la identificación de todas las partes implicadas, las prebendas y los tomadores de decisiones en este asunto.
No se trata de un simple trozo de tierra transitable, debería tratarse de una cuestión de dignidad municipal. En los últimos 30 años la falta de autoestima identitaria y cultural han sido testigos de cómo se imponía la ética del crecimiento y del pelotazo. El territorio de Calp tiene muchas cicatrices firmadas por caciques, que no tenga más debería ser prioritario.