ACEC

Associació Cultural Ecológista de Calp

Cuando el Mar Reclama lo Suyo en Calpe: Crónica de una Catástrofe Anunciada

+12cm nivel del mar en 2030 Hiperconstrucción = erosión acelerada Soluciones de parche que no funcionan

Desde ACEC (Asociación Ecologista y Cultural de Calp) observamos cómo tres administraciones públicas han conseguido que el Mediterráneo se coma nuestras playas mientras discuten quién tiene la culpa

Nota introductoria: Este artículo toma como punto de partida el riguroso estudio académico «La regresión de la costa: aproximación jurídica a las medidas estatales y autonómicas adoptadas en la Comunidad Valenciana» de Patricia Mendilibar Navarro (Universidad CEU Cardenal Herrera), publicado en Actualidad Jurídica Ambiental en julio de 2025. Desde ACEC, hemos querido traducir el análisis técnico-jurídico de esta investigación a un lenguaje más directo y aplicarlo a la realidad específica que vivimos en Calpe, donde la regresión costera no es solo un problema administrativo sino una amenaza tangible a nuestro patrimonio natural y paisajístico.

El Desastre Perfecto en la Costa Blanca

España presume de ser «un país que mira al mar», como reza pomposamente el documento oficial de 2008. En Calpe, lo que hemos hecho es darle la espalda al mar para mirar solo las grúas. Llevamos décadas contemplando nuestro litoral como un solar infinito donde plantar torres de cemento. Y ahora resulta que el mar nos está devolviendo la visita, reclamando lo que le robamos.

La regresión costera —ese eufemismo técnico para decir que nuestras playas se están esfumando— no es ningún misterio meteorológico. Es el resultado matemático de décadas de hiperconstrucción, especulación desaforada y una miopía política que ha convertido la primera línea de playa en un muro de hormigón.

Calpe: Laboratorio del Horror Urbanístico

Si buscaran el manual perfecto de cómo destrozar un litoral mediterráneo, Calpe sería el caso de estudio. Aquí hemos conseguido la proeza de convertir uno de los paisajes más espectaculares de la costa española en una demostración empírica de todo lo que no se debe hacer.

La hiperconstrucción en primera línea no solo es una aberración paisajística: es una bomba de relojería geológica. Cada edificio que hemos plantado mirando al mar es un obstáculo más para la dinámica natural del oleaje, un elemento más que acelera la erosión de nuestras playas.

El Retorno de los Proyectos Zombi

Pero lo más surrealista de todo este circo es ver cómo, en plena crisis climática y con las playas desapareciendo, resurgen como zombies los proyectos urbanísticos del pasado. Esos planes olvidados en los cajones de algún despacho municipal vuelven a la vida con la excusa de la «reactivación económica».

¿De verdad creemos que la solución a la regresión costera es añadir más cemento a la ecuación? Es como intentar apagar un incendio con gasolina, pero con el agravante de que aquí todos hacen como que no ven las llamas.

La Sinfonía de la Incompetencia Administrativa

El Estado dice ser dueño del dominio marítimo-terrestre pero actúa como un casero ausente. La Generalitat Valenciana tiene competencias en ordenación del territorio pero las ejerce como un urbanista con resaca. Y nuestro ayuntamiento hace de víctima mientras ha sido el primero en vender el litoral al mejor postor.

El resultado: un festival de peloteo administrativo donde cada uno señala al vecino mientras el Mediterráneo se come nuestras playas. Pero tranquilos, que luego haremos «regeneraciones» artificiales. Como poner una tirita en una hemorragia.

El Gran Teatro de los Tribunales

Mientras tanto, algunos ayuntamientos han descubierto el nuevo deporte nacional: llevar al Estado a los tribunales por responsabilidad patrimonial. Como si la regresión costera fuera culpa solo del gobierno central y no de décadas de políticas urbanísticas suicidas a nivel local.

Los jueces, hartos ya de este teatro, desestiman los recursos con sentencias que destilan sarcasmo jurídico. Porque, seamos serios: ¿cómo vas a reclamar daños por erosión cuando has sido tú mismo quien ha cementado la costa hasta convertirla en una pared?

La Gran Estafa de la «Seguridad Jurídica»

Lo más perverso de todo este circo es cómo han conseguido convertir la regresión costera en una herramienta de expropiación. Cada temporal que pasa amplía automáticamente el dominio público marítimo-terrestre. Es la versión administrativa del «quien la sigue la consigue», pero aplicada al oleaje.

Resultado: los propietarios privados pagan las consecuencias de políticas públicas desastrosas que han acelerado la erosión, mientras las administraciones se lavan las manos invocando el «cambio climático» como si fuera una fuerza sobrenatural.

El Principio de Precaución: Ese Gran Desconocido

La legislación internacional y europea lleva décadas hablando del principio de precaución: actuar antes de que el daño sea irreversible. Pero en España hemos desarrollado una variante autóctona: el principio de improvisación.

¿Para qué prevenir si luego podemos hacer declaraciones grandilocuentes sobre «estrategias de adaptación» y «planes de resiliencia costera»? Total, mientras tengamos documentos con nombres pomposos, la arena seguirá allí, ¿no?

El PATIVEL: Buenas Intenciones, Peor Ejecución

La Generalitat Valenciana, no queriendo ser menos, se inventó el PATIVEL (Plan de Acción Territorial de la Infraestructura Verde del Litoral), un nombre tan largo como ineficaz. Tras años de recursos judiciales y sentencias contradictorias, el plan sigue siendo poco más que papel mojado por agua salada.

Lo mejor de todo es que cuando los tribunales anulan estos planes por «omisión del trámite de consulta pública» o «deficiente evaluación ambiental», nadie dimite, nadie asume responsabilidades. Simplemente se redacta otro plan con otro acrónimo igual de rimbombante.

El Futuro que Nos Espera

Las predicciones científicas son claras: 12 centímetros más de nivel del mar para 2030. En una costa hiperconstruida como la nuestra, eso significa que muchas de esas torres plantadas en primera línea van a empezar a hacer equilibrios sobre el agua.

¿La respuesta oficial? Más regeneraciones artificiales, más escolleras de emergencia, más parches. Todo menos reconocer que hemos urbanizado donde no debíamos y que es hora de planificar una retirada ordenada del cemento.

Desde ACEC: Una Llamada a la Cordura

Desde la Asociación Ecologista y Cultural de Calp llevamos años advirtiendo de esta deriva suicida. No somos profetas del apocalipsis, somos simples observadores de una realidad que salta a la vista: no se puede combatir la regresión marina añadiendo más presión urbanística al litoral.

Es hora de que nuestros gestores públicos dejen de mirar las grúas y vuelvan la vista al mar. Porque al final, como decía el poeta, el mar no entiende de licencias urbanísticas ni de planes generales. El mar, simplemente, avanza.

Y nosotros, desde Calpe, seguiremos vigilando para que alguien tenga que rendir cuentas por este desastre anunciado.


Asociación Ecologista y Cultural de Calp (ACEC)
Defendiendo nuestro litoral desde la razón y la ciencia

Interpretación libre y mordaz de el riguroso trabajo académico de Patricia Mendilibar Navarro sobre la regresión costera en la Comunidad Valenciana.