«Seguí el pleno del Ayuntamiento del lunes pasado, ansiosa para saber qué va pasar con los terrenos del plan Feliu 1 y 2, Rafol 1 y 2, los que también se llaman el último pulmón verde de Calpe».
Grande era mi susto cuando me di cuenta que el Gobierno de Calpe aparentemente no parece muy interesado en proteger estos terrenos para el Municipio. Parece al contrario más interesado en proteger los «derechos» de unos grandes propietarios quienes compraron hace más que 20 años estas tierras con el fin de » lo que se hacía en esta época«, según un concejal de la oposición.
Pues, la situación del planeta y de Calpe ha cambiado mucho en estos años. El planeta está llegando a sus límites y nuestro Calpe está todavía más cerca de ello.Claro tenemos otras zonas verdes, como dijo la alcaldesa, p.e. las Salinas , el Olta.
Lamentablemente ni un lago ni una montaña rocosa tienen la misma biomasa por metro cuadrado y por lo tanto no producen ni tanto oxígeno ni captan tanto Co2 ni agua como la zona boscosa en cuestión.

Si destruimos esta última gran zona verde, hemos perdido Calpe. Ni los hijos ni los nietos de » los de siempre » van a tener grandes terrenos para construir y hacer negocios, ni van a conseguir un futuro sostenible y atractivo para nuestro pueblo, si lo más verde que se los ocurre siempre es un campo de golf
No vivimos en una burbuja, no tenemos un Calpe B en el bolsillo
Hay que luchar hoy y ahora para cada zona verde no construido que nos queda, si queremos mirar a los ojos de nuestros hijos y nietos. Un Calpe rigurosamente sostenible será la solución para asegurar nuestro futuro y atraer a un turista cada vez más exigente y consciente!
B.P. Miembro de ACEC