Hoy Ecologistas en Acción publica en su web el informe de Banderas Negras 2022. Desde ACEC nos causa poca sorpresa ver la inclusión de Calp bajo el epígrafe de «Mala Gestión» por el proyecto que el ayuntamiento permitió en 2017, previsto en el SALADAR, y recurrido sin éxito por Consellería.
Estamos seguros que siguiendo la dinámica habitual, desde el ayuntamiento se guardará silencio o se atacará a todas las entidades que en algún momento hayan criticado el desarrollo urbanístico de Calp. Acostumbrados a las amenazas invitamos a acudirá nuestra web para ver el histórico de denuncias que va años atrás, con una lista de los actores involucrados y la relación entre ellos. (Véase: «las dos torres«, «el turismo no da la felicidad«)
Desde la administración se han vuelto expertos en proyectar cortinas de humo para distraer la atención del urbanismo salvaje y de sus ya visibles consecuencias, enfocando y culpabilizando a todo aquel que denuncia las prácticas insostenibles, opacas y poco entendibles.
Al igual que hicieran con el tema de los residuos sólidos, nos espera una avalancha de acusaciones y señalamientos y adjudicaciones de responsabilidad. Ojalá algún día el equipo de gobierno dedicara ese mismo esfuerzo a resolver los problemas.
Bandera negra por “Insostenibilidad y Corrupción urbanística”
Bajo el pretexto de fomentar el turismo MICE (Meeting, Incentives, Conferencing y Exhibitions) y la generación de empleo y riqueza, el Ayuntamiento de Calp dio luz verde a una mole que se erigiría aislada en la zona limítrofe de un humedal que debiera contar con la máxima protección medioambiental. Basándose en una interpretación torticera de PGOU se han colado una mole con dos torres de 35 alturas, encima de un zócalo de varias alturas que en este caso albergaría un palacio de congresos para 2500 personas. El palacio de congresos es zona común y por lo tanto no computa a términos de edificabilidad. La licencia fue aprobada formando parte del equipo de gobierno, el mismo arquitecto que realizó el proyecto original. El espacio previsto para su construcción, pese a ser inundable y lindar con un humedal calificado como no urbanizable de Especial Protección, figura como convenientemente urbanizable en los trazados municipales.
El proyecto, a parte de su exceso en alturas y volumetría, no cuenta con un estudio de impacto ambiental. Sus proporciones disruptivas representarían una aberración para el paisaje a la vez que provocarían un impacto de pantalla directamente sobre la ecología del humedal y concretamente su avifauna. La propia parcela destinada a la construcción ya es un elemento disruptivo en el área, se aprecia que está rodeada de zona verde, dotacional municipal y el propio humedal, representando con sus 35 alturas una clara alteración del entorno. Por otro lado, el establecimiento hotelero de 606 camas y 14 salas de convenciones polivalentes y un centro de bienestar, representa un notable incremento de la presión antrópica sobre Las “Salinas” que pone en peligro la sostenibilidad del entorno natural donde se pretende erigir.
Por otro lado, el futuro complejo hotelero también se ubicaría en una segunda línea de playa, conocida como La Fosa. Sobre la zona ya existe una presión urbanística previa que tensiona gravemente los espacios públicos de la playa en época estival.
El hecho de que, sobre la licencia otorgada en 2017, exista un recurso por parte de la Comunidad Valenciana es significativo, evidenciando lo cuestionable de su concesión. Sirva la bandera negra para exponer y frenar este sinsentido medioambiental e insostenible desde el ecologismo militante.
Motivo:
Lindando con el espacio natural de especial protección, conocido como “Las Salinas” de Calp, se autoriza por parte del Ayuntamiento de Calp un establecimiento hotelero de 606 habitaciones y un salón de reuniones para 2500 congresistas. El proyecto se anunciaba en 2017 como “dos torres gemelas de 35 plantas de altura que aspira a convertirse en el edificio más alto de este municipio alicantino”. El asunto, pese a estar judicializado, cuenta con visos de legalidad. La administración local, con una interpretación torticera, justificó tanto la excesiva volumetría como el emplazamiento.
A parte de lo inadecuado de semejante mole en este entorno natural, su cuestionamiento legal y los problemas de sostenibilidad (RSU, suministro de agua, saneamiento) que ofrecería su ejecución, el mismo ayuntamiento presume de la abundante y variada avifauna presente en la zona durante las diversas temporadas del año, sin tener en cuenta el impacto negativo sobre esta que el complejo causaría.
Antecedente: “La bonificación hotelera”
En el año 2008 el ayuntamiento de Calp aprobó la “Interpretación nº 2 del P.G.O.U. (Plan General de Ordenación Urbana del 1998)”. Esta “interpretación” estaba motivada a fomentar, con suma generosidad urbanística, la construcción de hoteles de 4 y 5 estrellas. Estableciendo que a los establecimientos hoteleros no se les computaría/limitaba la edificabilidad de los “elementos comunes y de servicio”. La nefasta Interpretación local borró el límite del 20% para dicha “bonificación hotelera”, con lo que, en un caso absurdo, posibilitaba que los elementos comunes de un hotel podrían llegar hasta la luna sin ser contabilizados.
En el momento de la aprobación, la crisis impidió la realización de proyectos hoteleros megalómanos, pero estos resucitaron en 2016. Ese año se licitaron por parte del Ayuntamiento dos proyectos en base a esa interpretación. Uno de ellos, ya construido y paisajísticamente aberrante, el Suitopia, presuntamente, con 13 alturas de más. Otro, es el proyecto “Colossus” de AR&Hoteles, aprobado, pero aún no ejecutado. Ambas licencias se hallan actualmente judicialmente recurridas por parte de la Conselleria de Ordenación del Territorio.
Contexto:
El proyecto “Colossus” se sitúa en la zona de influencia del paraje de las Salinas de Calp, humedal reconocido, situado en el mismo núcleo urbano de la localidad y próximas al parque natural del Peñón de Ifach (espacio ZEPA y zona LIC). Son un enclave singular con presentes valores culturales y sociales, además de los naturales, donde que se han registrado 173 especies de aves. El terreno está en zona de demanda de protección del Plan de Acción Territorial Forestal de la C.V. (PATFOR) por su alta vulnerabilidad. El entorno pese a ser históricamente inundable no ha sido óbice para la aprobación del proyecto.
Soluciones o propuestas de mejora:
La intervención más razonable sería integrar el espacio conocido como “las Salinas” dentro de la zona del Parque Natural Peñón de Ifach (espacio ZEPA, LIC Ifach y Red Natura 2000). La finalidad de la integración sería que la zona de influencia del humedal quedara consolidada y protegida. Como zona de acolchamiento de un espacio reconocido oficialmente y protegido la construcción de mega estructuras de esta índole sería impensable. Por otro lado, el hecho de que el proyecto arquitectónico de este hotel sirviera en el 2008 de antecedente para la interpretación nº2 del PGOU debería servir de base legal en vistas del daño ya causado. En este caso sería pertinente la derogación de dicha interpretación y la adecuación jurídica de las ordenanzas para evitar futuros casos como el que aquí se expone.