Contestación de ACEC a las desafortunadas declaraciones vertidas en prensa por eel concejal de urbanismo Juan Manuel del Pino
El Sr. Juan Manuel del Pino, concejal de muchas cosas y primer teniente de alcalde de Calp, recientemente se ha perdido en fanfarrias triunfalistas por el pírrico hecho de que la Conselleria confirmara sus juicios de valor. Ahora celebra como suya la autorización de unas obras, el por qué, ya lo explicará, pero el debate nunca fue ese. Desde ACEC se pidió la realización de prospecciones arqueológicas en la Casita Blanca con la intención de agotar las vías de protección ante la posibilidad de que el terreno albergara restos valiosos, y así se hizo. Aceptamos los resultados, aunque ello no signifique que se deje de vigilar el transcurso de la obra.
Parece mentira que desde un cargo público haya que leer semejantes declaraciones, ¿piensa el ladrón que todos son de su condición? ¿Se busca sumergir el discurso político en el fango del revanchismo? Lean y juzguen.
Desde la asociación se abogaba en todo momento por la realización de catas arqueológicas para descartar la existencia de restos patrimoniales en el subsuelo. ¿Hace falta explicar a qué se debe este empeño? -Por lo visto sí. ¿Ha hecho algo el ayuntamiento a parte de reaccionar tarde, mal y de forma parcial? -No.
Nuestro querido camarada del Pino olvida que en los últimos 40 años se han desfondado solares y literalmente se han «profanado impunemente» terrenos aledaños de lo que ahora es la zona protegida ahora reconocida como Bien de Interés Cultural (BIC). Mientras el ahora concejal aún era conocido por sus aventuras electorales en Izquierda Unida, nuestra asociación ya luchaba por la integridad de las Salinas, la limitación de las alturas y la sostenibilidad para una futura generación de calpinos que aún no había nacido.
Sin olvidar el caso de «Villas Neptuno», de no ser por la prudente intervención de ACEC no se habrían puesto al descubierto los restos que albergaba en el subsuelo. Gracias a la total inacción del ayuntamiento, ejercemos como contrapeso necesario para defender lo público ante abusos urbanísticos, infracciones, usurpaciones y vertidos ilegales. No buscamos elogios, pero tampoco debemos tolerar fantochadas.
La urbanización desmedida en nombre del progreso, el capitalismo de amiguetes y el crecimiento desarrollista fomentado torticeramente por esas mismas siglas que Del Pino sostiene, han sido excusa para retrasar la protección de los Banys de la Reina durante décadas; finalmente llevada a cabo por un gobierno de siglas diferentes desde valencia.
Hoy por hoy confluyen en Calp el espacio limitado para construir, el hartazgo ciudadano, y los medios tecnológicos para el seguimiento, la denuncia y la difusión de todo aquel que quiera atentar contra la ley. Por desgracia el ayuntamiento de tod@s, no solo se sitúa en la indiferencia, sino que parece apoyar las políticas continuistas basadas en el monocultivo ladrillero. Se presume abiertamente de ello.
Desde ACEC vamos a promover una propuesta para establecer la obligatoriedad de realizar prospecciones arqueológicas en los planes parciales en los que se hayan encontrado yacimientos. Una herramienta legal que nos habría ahorrado tener que escuchar los infundios del concejal pasajero, valiente cuando le escriben el guion desde el despacho del promotor, pero demasiado cobarde para cumplir ninguna de las promesas electorales dadas.
La pregunta que se plantea es, ¿qué lugar le aguarda en la memoria colectiva a aquellos que defendieron desde sus cargos públicos los intereses de las élites, sus proyectos megalómanos, sus usurpaciones y sus negocietes?
Y al parecer, no hay nada en el subsuelo de «Casita Blanca» digno de protegerse; aunque se ha conseguido que, al final, el portavoz ciudadano esgrima dictámenes certificados en vez de opiniones postineras. Lo único útil que sí ha salido a la luz entre la polvareda urbanística de este asunto es el bausán zamacuco que esconden bajo muchos papeles en la segunda planta del consistorio.