Haciendo un paréntesis reflexivo, es curioso observar la extrema valentía con la que enfrenta, de forma verbal y administrativa, el equipo de gobierno a los vecinos de la Muralla Roja, mientras que en otra parte del municipio, retrasa con cobardía la recalificiación de los terrenos del Pla de Feliu, ya que esto generaría malestar a un grupo de especuladores que perderían con la operación. Todo esto en nombre del interés público. Un preocupante show de la asimetría social imperante a la hora de tomar decisiones políticas.